martes, 11 de abril de 2017

Enciende mi fuego

El Astro Rey se alineó con Vigo para convertir los montes de Candeán en un hervidero. Los Doors cantaban "light my fire" y el bombero Márquez apagó las llamas del demonio rojo de Carrelo en las que se quemó Busto. Recorrido seco y polvoriento con mucho calor humano además del solar en la última cita de la Transgalaica y en la que esta vez si acertaron los chicos de Singletrack tanto en el diseño como en la ejecución de la prueba que bajaba el telón de la serie. Para algunos ese calor tropical se tornó en un crematorio y para otros en un resurgir de las cenizas. Sí, si, "Come on baby light my fire"
De Izda a dcha: 2º Carrelo (Pillabikes); 1º Brandán (Gexa); 3º Montes (Pillabikes)
Eso es lo que debió pensar Javier Busto (Extol) cuando a las primeras de cambio se quedaba sin rueda trasera y dejaba en el aire la clasificación general final. Aún no se habían cumplido diez kilómetros y un descenso de piedras más dentadas que los bajos de la Costa da Morte hicieron naufragar las aspiraciones de muchos en ese punto.
Sin contemplaciones porque no era el caso, su principal rival, Manuel Carrelo (Castropol) se fue a la rueda de Brandán Márquez (Gexa) en pos del triunfo. A fuego para aprovechar la circunstancia de llevar a un jabalí por delante y, en esta ocasión, la inestimable colaboración de su compañero de formación Daniel Montes.
Así baraja el destino sus caprichos y el bueno de Busto tuvo que esperar a que un compañero sin opciones le cediera una rueda con la que tratar de remontar. El de Lalín realizó una exhibición, un  pedaleo con el piñon de la épica engranado para defender, como mínimo, su categoría. Tras su demostración en Sevilla días antes, el ritmo de la remontada de Busto situaba sus piernas como las más en forma del momento. No obstante el tiempo se había escapado como el agua de un calcetín y la diferencia era una losa insalvable incluso con un millón de gritos de ánimo.
Márquez, vecino de la zona, iba reconociendo muchos de los senderos por los que habitualmente entrena. El santiagués, en plan comunión con la naturaleza se dejó arrullar por los pinos en trazados técnicos y divertidos disfrutando del público disperso por el monte, por los caballos salvajes, ... hasta la victoria final. Sin la presión de disputar la general, la de Vigo fue una ocasión inmejorable de hacer una maratón con componentes de un ralli en el que jugar como un niño.
Mientras tanto Carrelo sudó la tensión de verse ganador por cada uno de sus poros. En lo bueno y en lo malo, el de Castropol es único y sus nervios a punto estuvieron de jugarle una mala pasada en más de una ocasión. Llegó pinchado a meta amparado por Dani Montes y por el éxito de sumar una general de la Transgalaica. El ya cumpliera su deseo de ganar una carrera, lo que había logrado en Sabucedo y este era un premio a mayores. Su compañero de equipo ejerció como aquel esclavo de Roma que acompañaba al emperador en sus desfiles susurrando: "recuerda que sólo eres un hombre". Así le fue animando hasta meta, restándole adrenalina mientras se recortaban los kilómetros. Si en la salida alguien le hubieran dicho que iba a ganar la general se habría reído del comentario, pero ahora lloraba con las lágrimas del vencedor.
Una de las Transgalaicas más igualadas de su historia nos dejó cuatro ganadores distintos en sus cuatro citas: Saúl López (Cotobade); Javier Busto (Ames), Manuel Carrelo (A Estrada) y Brandán Márquez (Vigo). La final para un pletórico Carrelo, el más regular de la serie, omnipresente en todos los podios realizados. Enhorabuena.

TIRANDO DE ÉPICA
El trabajo del Extol fue encomiable toda la jornada: son el mejor equipo del pelotón y ejercen como tales. Si épica fue la remontada de Busto que en el ecuador de la prueba estaba en el puesto 40º y acabó como 7º, no menos valioso fue el podio de Miguel Arias en master 40 al ser cuarto. Arias es uno de los corredores más laureados a lo largo de los doce años de la Transgalaica y esta temporada la acabó como primero de su categoría y tercero en la absoluta, ante esto no hay nada más que añadir.
Alberto Tuñez no le fue a la zaga y acabó quinto en Vigo tras el lucense superando a un Alberto Rodríguez (Estralos) que tenía mejores piernas en la jornada que su compañero Atrio que hubo de confirmarse con ser 18º. A pesar de ello y de la escasez de miembros que conforman al Estralos, los orensanos sumaron un magnifico segundo puesto en la general por equipos.
Toño Rodríguez (Burgas) estuvo siempre en la pelea de cuarentones pero hoy por hoy Arias parece difícil de batir. En el grupo de arriba de la absoluta se metió Abel Rollano (De la Fuente) que tal vez por la emoción acabó perdiendo las llaves del coche.
Mención aparte merecen los Esfola Arros ya que por número, ganas y entrega era lógico que aparecieran luciendo el rojo y amarillo por la zona alta: Jorge Pérez (9º en Vigo), Fernando Guerra (20º), Uxio Canosa (29º) junto con sus compañeros, llevaron a la formación santiaguesa a convertirse en el tercer mejor equipo de la serie por detrás del todopoderoso Extol La Gramola y el Estralos. El OEA Power ha llegado para quedarse y viene con cheerleaders que también suma.
En otras categorías, el asturiano Ovide no dio cuartel entre los master 50: sumó sus participaciones por victorias y ahora amenaza en el Open de Galicia de la categoría. Castropol, un equipo pequeño de número pero grande de nivel: dos podios absolutos lo atestiguan.
La escasa participación de juniors se saldó con la victoria de Martín González (Armenteira e Punto) sobre Daniel García (Santa Compaña) y David Cornado (Extol). Hay que reconocer que en esta manada de jabalíes, los jabatos se mueven con precaución. Ya crecerán.
De Izda a Dcha: 2ª Picoaga (7Voltas); 1ª Blanco (Barbanzabike); 3ª Cuña (Extol)

LA LIDERESA
Para Isabel Picoaga (7 Voltas), la de Vigo era una jornada para disfrutar sin despistarse: buenas piernas, terreno seco y técnico de los que gusta, mejores escuderos con sus compañeros y un colchón de puntos que se antojaba suficiente como así sería. Además "La Lideresa" tiene experiencia, cabeza y ambición a partes iguales, para no dejarse sorprender y para atacar si era necesario. Una mujer brava donde las haya.
En Vigo la sorprendió Diana Blanco (Barbanzabike), otra corredora de sangre celta y casta casi vikinga. Arrancó con una rabia salida de lo más hondo levantando las pegatinas a la de Mondoñedo que optó por dejarla ir y dedicarse en mantener a raya a la porriñesa Ana G. Cuña (Extol) su principal rival en la tabla general. La estrategia fue buena: victoria en la general para Picoaga y triunfo parcial para Diana que se sacaba mil y un malos humores del cuerpo: así es el ciclismo como terapia.
Las Silvias mantuvieron en Vigo el buen nivel del año. Silvia García (Bici Verde), quien calienta más la lengua en las tertulias con las rivales que las piernas en los prolegómenos de carrera, acabó con un buen cuatro puesto. García siempre esta a la espera de cualquier error ajeno para lanzarse al podio y un punto más de ambición la haría muy peligrosa.
Por su parte Silvia Blanco acusó el madrugón, tanto que se dejó en casa zapatillas y casco. No dejó la cabeza porque la tiene sujeta por el cuello. Pues sin apenas margen tomó la salida y completó la distancia, algo que no pudo hacer su tocaya Couselo que optó por abandonar en el ecuador de la prueba tras una caída que la dejó dolorida.

Los mejores de 2017. 


PREPARANDO 2018, EDICIÓN 12+1
La Transgalaica volvió a demostrar que es la serie de maratón gallega por excelencia: calidad organizativa, nivel de participación y emoción hasta el final. Después de doce temporadas es difícil saber si Team Relay seguirá confiando en los clubes que este año han asumido la organización particular de cada cita: Monteferro en Cotobade; OEA en Ames; Bikestrada en Sabucedo y Singletrack en Vigo.
Por el histórico camino de esta prueba han desfilado clubes como Monforte; Mapfre, De la Fuente,... Sea como fuera, lo cierto es que poner el nombre en el palmarés de esta prueba es un éxito deportivo único. A quienes lo han hecho y a los que no, felicidades.

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