Una imagen del recuerdo de la gran Eva Castro. (Foto: archivo) |
Siempre me hizo especialmente feliz nombrarla en cada parrilla de salida en la que estaba, encendido anunciar su llegada a meta, pero sobre todo, participar como espectador del derroche de adrenalina que nos producía verla volar en cada salto, en cada cortado, en cada vertiginoso descenso.
Poco me importaba que la de Oleiros subiese o no a los podios: su presencia era más que suficiente para dar prestigio a las carreras a las que acudía tanto en 4x, en Dh o en Enduro. Gracias a ella y gente como ella se transforma mi trabajo en un placer. Su sonrisa afable siempre ha sido una ventana abierta a su voz rasgada con la que responde solícita a todas las entrevistas, a las peticiones de fotos, a los saludos.
Por su carácter cercano y amable su imagen sirve ahora de espejo en el que se pueden ver reflejadas la nueva hornada de bikers, todas las jóvenes animosas que se acercan a esta disciplina deportiva sabiendo que este es un mundo duro, agresivo, casi violento, pero adictivo.
Esa dureza de piedra y tierra la conoce bien Eva Castro porque con ella ha convivido y por eso su particular "hasta luego" de los circuitos. Porque dice adiós a la competición pero el deporte lo tiene incrustado en su cadena de adn y de eso no se puede renegar. Su retirada es sabia y todos los homenajes que se le rindan son más que merecidos.
Para quienes crean que es una cuestión de ánimo es que no conocen a esta brava coruñesa. Sin embargo su cuerpo le ha gritado demasiadas veces que pare y es tiempo de cerrar el crono. Cada caída que antes era un golpe ahora es una posible fractura; cada lesión se prolonga en el tiempo de manera insufrible. Y cuando se terminan los aplausos comienza un dolor silencioso, el mismo que Eva lleva grabado en una infinidad de huesos que se han quebrado en su carrera: desde el esternón y las costillas hasta la tibia, las manos o los tobillos. Y como no, aquella maldita rotura de clavícula que la hizo asidua de los quirófanos y truncó su mejor momento deportivo.
Repito que soy egoísta y me hubiera gustado seguir compartiendo competiciones con ella . Sé que lo haré, pero ahora estaremos los dos desde otro lado, desde el lugar donde se sitúan quienes miran admirados la valentía de los deportistas. Sólo que yo tendré otro sitio al que girar la vista para buscar la sonrisa pecosa de nuestra rider y seguir llamándola por su nombre, ahora eterno: CAMPEONA
Su imagen en lo más alto de los podios ha sido constante en 20 años de trayectoria deportiva. (Foto: Archivo) |
Por cierto, para quien no lo sepa, Eva Castro ha sido 10 veces Campeona de España de Dual y 4 cross. Campeona de España de Enduro y Descenso. Podio en la Copa del Mundo de 4 Cross. Bronce en el europeo de 4 cross y medallista nacional y autonómica en tantas ocasiones que sería difícil hacer balance.
¡ Mucha suerte amiga ! |