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viernes, 13 de abril de 2018

No apta para corazones débiles

Raúl García de Mateos  (Cortizo-Anova) se impuso al tubular de Martín Lestido (Froiz) en el sprint del empedrado de Padrón. Emoción, lluvia, frío, caídas y mucha tensión en una grandísima carrera que se quedó en las vitrinas del equipo de casa: Cortizo´s Power. Una carrera circulando sobre el filo de la taquicardia.
Podio de la Clásica de Pascua 2018 ©Cortizo
No basta nombrar la Clásica de Pascua si no se tiene claro el significado de la palabra... Clásica: que se considera como modelo digno de imitación; que es sobrio y tiene un estilo propio de la tradición; que representa a la persona o evento de la que trata.
Suman ya 56 ediciones a las espaldas y por eso Padrón se jacta de contar con una prueba que  persevera en sus aciertos entre el aroma a churros y el ruido de las atracciones de la Feria.
Así que nadie esperaba que la edición de este 2018 variase el guión establecido si bien la subida final al Alto da Pereira supuso una licencia de "modernidad" al trazado.
Un centenar de ciclistas formó en la salida en horario más temprano de lo habitual para permitir a las escuadras nacionales competir en un denso calendario de fin de semana. Bajo la implacable lluvia se citaron a duelo los siete clubes gallegos, tres portugueses y dos asturianos completando varios individuales la nómina centenaria. Por delante un trazado "rompepiernas" (si alguien conoce alguno que no lo sea en Galicia que avise) de 120 kilómetros.
Con el recuerdo del que fuera uno de los fundadores del club, José Bernárdez, se dio la salida a las doce, cuando uno no sabe si es mañana, tarde o mediodía. Entre tanta testosterona destacaba la presencia de Chus Barros (Spol) una auténtica superclase que gusta de medirse con el pelotón masculino si tiene la oportunidad. Al término de la mañana su padre recibió una cálido reconocimiento de manos de su homónimo en Padrón, Tanis Vázquez.
Para dar el tono épico los participantes salieron ya mojados desde el minuto cero. Las ilusiones entonces eran alcanzar el éxito en una prueba de referencia en la que se dejaron el empeño gente como Alejandro Valverde y lograron la victoria otros históricos como Lale Cubino, Uria o el local Blanco Villar. Tal vez por eso Lestido (Froiz) y Mariño (Cambre) tenían especial intención de ser profetas en su tierra. Ellos tendrían que hacer frente al Cortizo Anova, para quienes la Clásica es cuestión de orgullo.
Neutralizados pasaron ante las naves del patrocinador Cortizo y se estiraron para lucirse ante los escasos aficionados que a esa hora aguantaban los chaparrones bajo los soportales de los edificios de la rúa Castelao.
Los equipos gallegos, además de numerosos en el pelotón amateur, también son de armas tomar sobre el asfalto por muy mojado que se encuentre. Rumbo al Rianxo de Castelao, se produjeron los primeros saltos en un pelotón nervioso por lo feo que se estaba poniendo el día. Tal vez esa tensión provocó la primera caída del día que, si bien no tuvo consecuencias graves, si obligó a parar la carrera al ser necesario el uso de las dos ambulancias que acompañaban la prueba. Una vez recuperada la normalidad y la asistencia médica se pudo retomar la competición.
Poco antes de alcanzar el alto de Bexo (km 18) se produjo la que sería la escapada de la jornada. Un ataque lejano en el que estaban presentes cuatro equipos con muchas aspiraciones con cuatro ex-profesionales como Oscar Brea (Froiz), Antonio Angulo (Rías Baixas), Guillaume Almeida (Maia) y Jorge Montenegro (Cortizo Anova).
Desde luego que el cuarteto sumaba calidad suficiente para poner en jaque a todo un pelotón en el que fueron los "kiwis" de Enrique Salgueiro los que intentaron mantener a raya a los fugados. El empeño del Froiz en aquellos momentos era salvaguardar a Martín Lestido tras un desafortunado pinchazo.

Formarís al desgaste
Al paso por Padrón del pelotón la ventaja de los escapados rondaba el minuto antes de iniciar la tradicional ronda de pasos por el alto de Formarís. Allí, peor que la subida fueron los descensos, complicados por lo mojado del pavimento e incomodos por un frío que hacía más dura la carrera. En el segundo paso por el alto alcanzaron la mayor diferencia con 1:26 minutos.
En cualquier caso, el muro de Socastro en el Alto da Pereira estaba marcado como la subida destacada del día. Allí se llegó con Oscar Brea (Froiz) descolgado y Antonio Angulo (Rías Baixas) tratando de atacar de lejos a sus restantes compañeros de fuga. Por detrás los Froiz arroparon a su líder Martín Lestido y lanzarlo en la búsqueda de los fugados.
Con el de padrón circulaban también Raúl García de Mateos y Samuel Blanco (Cortizo Anova) que sabían de lo importante que era para el conjunto local ganar su carrera. Coronando A Pereira la fuga llegó a su fin con la caza de Angulo (Rías Baixas) quien poco pudo aguatar los arreones de Lestido que marchó decidido a meta junto con Almeida (Maia) y De Mateos (Cortizo-Anova).
El sprint parecía cantado ante un pelotón que venía muy cerca. Cuando parecía que Lestido podría ganar en su casa, un infortunado pinchazo en el inicio del empedrado a cincuenta metros de meta lo eliminó del triunfo y apunto estuvo de bajarlo del podio siendo De Mateos (Cortizo Anova) el que daba la victoria a los anfitriones. Almeida (Maia) fue segundo y el de Froiz tercero.
La montaña fue para Almeida (Maia) y las metas volantes para el Chava Angulo (Rías Baixas). El Maia fue el mejor equipo de la jornada.
Con De Mateos (!º General) y Montenegro, ambos del Cortizo Anova
Otra Clásica de Pascua a las vitrinas del cuadro local y una prueba de altísimo nivel para abrir boca de la temporada en Galicia. El gallinero, este año, esta lleno de gallos y la cosa promete. Suerte a todos.