El ryder Alejandro Tabarez en acción. © Foto: Bea Franqueiro |
Con el mejor ambiente imaginable, sólo al alcance de las grandes cumbres del ciclismo de carretera, es lógico que los corredores no quieran perderse este urbano. En 2017, el tres veces Campeón de España Toni Ferreiro renunció a su descanso para debutar en la VI edición de la carrera. No ganó pero disfruto como todos. Igual ocurrió con Eva Castro o Lucia Vázquez, dos gallegas que atesoran entre ambas más de una treintena de títulos a nivel autonómico y nacional.
A lo largo de dos jornadas (entrenos y competición) Sarria se cerró a la invasión de los ryders bajo la atenta mirada de infinidad de curiosos, mayoritariamente peregrinos, quienes demoraron el retorno al camino para disfrutar de la competición.
No creo necesario destacar la rapidez (una manera de hablar de los tiempos como cualquier otras) con la que todos los inscritos recorrieron los cortados de la feria o la Avenida ni como sortearon los clásicos saltos del coche, el camión del butano, el carnicero o el Malecón o tampoco el paso por el wallride, la curva del Montecarlo o el mítico Dragón Khan.
Marco Veiga (Ciclos Quintena), el líder del Open de Galicia, revalidó su victoria de 2016 ante el empuje del gran Ferreiro (Merida) y del joven Esteban Paz (VK Bikes) que fue el mejor sub23 demostrando que ha superado con creces su lesión.
El presi David Rivera (DH Galicia) fue el mejor M3 y quedó fuera del podio scracht por su caída en la segunda manga. Como decía Willie DeVille, había en su pedaleo "demasiado corazón". Sus críos y la cerrada ovación de Sarria fueron el bálsamo a su infortunio.
Otro mito de esta cita era Manuel Lustres, ganador en 2014 y 2015. Aunque ahora defiende los colores del Barbanza, el de Boiro volvió a despertar las pasiones del público con sus cruzadas o sus sueltas "nohand" en numerosos saltos. Un buen Iván Mourelo (DHG) fue de los pocos en mejorar los registros del "jabalí".
Hubo también una destacada participación de pilotos llegados de León, Asturias, Cataluña,... todos maravillados ante la fiesta que se monta en esta prueba. El vallisoletano Dani Ruiz (Pisuerga) fue el mejor entre los foráneos.
Victor Mariño (X Bikes) sigue dominando la categoría junior a lo largo de toda la temporada y en Sarria no fue menos. Alex Paz (Compostela) vio su estela con un segundo de retraso. El gijonés Jaime Vidal (Asturbike) fue el mejor cadete y además de 31º de un colectivo de 100 participantes lo que señala la calidad que atesora el joven ryder astur.
Yuriyi Tomás (Bikes 101) sumó un nuevo triunfo a su palmarés como M4 mientras su inseparable Eva Castro (School Riders) volvió a demostrar que quien tuvo retuvo aunque declara estar en su particular "gira de despedida". lo cierto es que su pilotaje de la vieja escuela sólo es superado por el esfuerzo de una larga y exitosa trayectoria que no por las rivales. El descenso femenino de Galicia tendrá siempre un antes y un después de Eva.
Uno se siente grande compartiendo prueba con Eva Castro |
Con este descenso consolidado desde su Año I, cualquier mejora es admisible: pantallas, podios, troncos, churrasco, ... todas las novedades son bienvenidas siempre que sumen y el DHU Sarria les otorga una plataforma única. Sin embargo, no hay que olvidar el valor auténtico de lo original: esta prueba es grande porque sus organizadores se lo trabajan sin descanso y con pasión, porque el público en Sarria es cálido y enorme y porque sus participantes son los mejores dándolo todo.
Me siento muy especial por formar parte, un año más, de esta cita y me sumo al brindis (cerveza en mano en medio del recorrido) de Juan Ramón López a la salud de tod@s.
Hasta el próximo año.
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